Con esta nueva etiqueta, "Arte y parte", los propios autores antologados nos darán su opinión sobre la antología. Una visión desde dentro y desde fuera. Os animamos a participar en esta nueva sección. Colgaremos todas las opiniones las favorables y las desfavorables. Como siempre sólo pedimos respeto y espíritu constructivo
Empezamos con Eduardo Rico, autor del que parte la idea, y que participa en la antología con sus relatos Armonía noctámbula y De profundis. Esto nos cuenta Eduardo de la lectura de la antología:
LA LOGIA DEL MICRORRELATO. EL
PRINCIPIO
Ocurre
a las pocas páginas: te das enseguida cuenta —es lo que piensa el escritor— que
tú eres solamente una pequeña mota de polvo en la inmensa atmósfera de la
ficción. Verdaderamente un par de relatos y una semblanza no dan para mucho,
pero leer y que te lean es ya bastante, casi nunca suficiente. La mayoría de
las veces sirve para quedar con los ojos deslumbrados, se nuble la vista un
poco, se blanquee la mente, se llenen de estrellas fugaces los renglones de la
vida y, sin querer, acudas asombrado al listado precedente para ir subrayando
un copioso ramillete de relatistas que merecen tu atención. De antología… tiene desde su origen,
amén de la labor de los antólogos-seleccionadores, la ventajosa idea de
solicitar a los autores tres relatos breves que ellos consideren dignos de
mención; eso ya da una cierta garantía, al menos del criterio que cada uno
tiene de la literatura, de la exactitud e intensidad que requiere lo efímero
para llegar al lector. Ninguno de los textos te deja frío, puede que los
nombres sí, pero es que estamos hablando de escritores que no viven de esto,
que su labor es solo la de solazarse con lo que su imaginación les dicta,
sufrir quizá y, de paso, —he aquí la paradoja— hasta gozar con ello. Ciertamente
el libro carece de un prólogo, puede que de una declaración de intenciones,
pero eso no es óbice para que tal estudio suscite un epílogo que valore
justamente esta buena, buenísima, recopilación del género. Otras antologías al
uso sí que tienen ese análisis, es verdad que eso compete a los críticos no a
los antólogos, pero no me equivoco al estimar que estamos ante la mejor
colección de micros en español que se
ha editado hasta ahora. Démosle la bienvenida, el beneplácito sincero,
conmovámonos con los renglones de Ortiz Soto, dejemos que se quiebre la voz al
leer en alto a Mar Horno, sonriamos con José Agustín Navarro, apreciemos el
ingenio de Sánchez Quiles, la brillantez Rocío Romero, de Agustín Martínez
Valderrama, de Ana Vidal… Se me olvidan muchos, es cierto (al lector remito al
índice de los justos). Nada más que he leído 100 de las páginas del volumen.
¿Me precipito?, creo que no; de otras dos tacadas llegaré al último relato y
ahí daré una opinión de toda la estructura y seguro seguro que aportaré algunos
nombres más que dejarán al que la lea la sensación de haber rellenado en su
provecho un tiempo no baldío.
Enhorabuena.
Eduardo Rico
Te agradezco la mención, Eduardo. Me divertí mucho escribiéndolos.
ResponderEliminarSaludos.
Jo, qué rápidos sois leyendo!!! Gracias también por la mención...
ResponderEliminarUn abrazo