Señora
de cierta edad, bien llevados, eso sí, con tendencia a ironizar sobre la vida y
sus aledaños, que gusta de matar por escrito a falta de otras opciones menos
poéticas.
Una alegría compartir este proyecto contigo, Elena. Ya eres visible, y más que lo serás. Tus relatos tienen el sabor casero de la época que nos tocó vivir en la oscuridad.
Y yo que creo que matas para disimular ...
ResponderEliminar¡Qué lindo verte por aquí, Elena!
Un abrazo,
Las letras y sus aledaños también las carga el diablo.
ResponderEliminarAbrazotes de cierta edad, Elena ;-)
Y vaya manera de matar, Elena, con mucha clase y estilo.
ResponderEliminarBesitos
Instintos asesinos. Sigue escribiendo. No vaya a ser... Un abrazo..
ResponderEliminarDa un poco de miedo.
ResponderEliminarTú mata, Elena, tú mata que nosotros, tus lectores, enterramos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una alegría compartir este proyecto contigo, Elena. Ya eres visible, y más que lo serás. Tus relatos tienen el sabor casero de la época que nos tocó vivir en la oscuridad.
ResponderEliminarUna señora estupenda, con unas letras ídem.
ResponderEliminarEn breve, besos y abrazos de momento desde el aire
¡Qué buena definición, Elena! Y a nosotros nos gusta tu ironía y tu habilidad para matar...
ResponderEliminarBeso grande
Matar a palabras, no encuentro forma más poética.
ResponderEliminarUn abrazo, Elena
Compañera!!! Encantada de compartir libros contigo aunque espero que a mi no me mates por escrito. :)
ResponderEliminarUn abrazo y hasta la semana que viene.
Me ha encantado tu semblanza, Elena. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias a todos. Estoy muy contenta de estar en esta antología, añadiendo al ridículum la faceta de antologada.
ResponderEliminarEspero seguir matando mucho, sin mucha sangre, para no manchar.
¿Matar por escrito implica muerte de lecto?
ResponderEliminarSaludos
Gabriel