Los textos seleccionados de Fernando para la antología son: Encerrado por cierre y Trámite.
Dicen que hablar sobre el futuro es muy difícil porque nadie sabe dónde
va a estar mañana, que hablar del pasado es más sencillo, porque puedes echar
mano de los recuerdos. Sin embargo, a mí siempre me ha resultado difícil.
Podría decir que escribo desde pequeño, pero mentiría. Podría decir que escribo
por necesidad, pero sería falso. Incluso podría decir que el microrrelato es mi
hábitat natural pero no sería cierto.
Supongo que se trata de ser sincero, así que diré que recuerdo que desde
siempre me ha encantado inventar historias, imaginar qué sucedería si las cosas
no fueran como las cuentan. Qué pasaría si el indio de plástico fuera el bueno
y los que viven en el fuerte Comansi con Rintintín fueran los malos, o si con
las piezas del Tente se pudiera construir una nave espacial para viajar a Marte
en lugar de la casita de muestra de la caja, o si el rey del cuento no se
ocupara de sus vasallos y se pasara el tiempo viajando y cazando, o la tierna
caperucita fuera la que corriera detrás del lobo… Investigar esos caminos
alternativos si me ha seducido siempre. Lo de escribir vino después, mucho
después.
En el ensanche de Barcelona —la ciudad donde me crié— no había demasiados
parques, así que las correrías se limitaban a los escasos 50m2 del
piso donde vivíamos. Como por entonces no teníamos videojuegos —por suerte para
mí— empecé a dibujar. Primero a copiar las portadas del Guerrero del Antifaz y
Purk, el hombre de piedra. Cómics que habré leído cientos de veces. Luego los
Thor, Spiderman, Vengadores, etc. Casi sin darme cuenta, estaba creando mis
propios personajes y embarcándolos en historias, que hubieran destruido el
mundo de no ser por esos héroes que yo mismo había inventado.
Así pasaron los años, entre sueños dibujados que me llevaron a decantarme
por la ilustración y la gráfica publicitaria como medio de ganarme el pan,
mientras hacía mis pinitos en el mundo del cómic. Me siento privilegiado por
sobrevivir haciendo lo que me gusta y desde hace unos años me ha dado por
escribir.
Empecé como casi todo el mundo, escribiendo una novela que abandoné en la
página 75. Acto seguido, comencé otra que terminé 350 páginas más tarde y
reescribí —tijera en mano— hasta las 250. El manuscrito lleva dando tumbos en
mesas de editores un par de años —No creáis que ha dado muchos tumbos, que
cuando llevas una novela a una editorial, 2 años no son nada aunque para el
autor sean 1.051.200 minutos contados—.
Mientras tanto, empecé otra y en la página 67 asistía un taller de
microrrelatos… de eso hace algo más de un año. Mi blog de ilustración mutó en
blog de ficción mínima y desde entonces sólo he escrito cosas cortitas. Pero
tengo ganas de volver a algo más grande donde los personajes tomen la
iniciativa. Sin embargo, sigo sin saber que haré mañana.
Pues mañana, Fernando, como quien dice, ya estamos en Madrid con un puñado de amigos viendo nacer la antología de Talentura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y quién lo sabe Fernando?
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu presentación.
La resumiría en Soñador empedernido.
Ojalá hubiera más personas con la imaginación y energía que tú derrochas.
Un saludo en positivo.
Virginia