Los relatos elegidos
de Elena para la antología son: Chica
busca chico y Marina.
Nací -y hacía mucho frío– y de esto hace más tiempo
del que yo desearía, pero no tiene remedio.
El lugar donde hacía frío es Valencia.
Desde bien pequeña tomé la costumbre de
ensimismarme. La timidez se me pegó a la piel, formando una coraza protectora.
Ambas cosas, el ensimismamiento y la timidez me llevaron a hablar sola y a
inventar historias.
Fui una adolescente desgarbada, feucha, con gafas,
pero curiosa por saber. Esta característica me convirtió en invisible, de esas que
siempre ponían los discos en el guateque mientras veías bailar al chico que te
gustaba con la más guapa de la calle.
Comencé a escribir un diario pero, al no saber qué
decirle, lo cerré y continué inventando por mi cuenta.
Mi ensimismamiento lo volqué en la lectura.
Leí en un horóscopo que mi verdadera vida, la no
invisible, se llenaría a partir de los treinta años. Como paciencia nunca me ha
faltado, esperé con la seguridad de adquirir una estructura corporal visible.
Por una vez, el horóscopo tuvo razón.
Me decidí a poner mis historias por escrito y me
prometí no tirarlas a la basura. Eso fue pasados los treinta.
Descubrí los libros de relatos y empecé a imitar lo
que los grandes escribían.
Así, después de unos cuantos cuentos infantiles para
mis hijas, comencé la escritura de lo que se convertiría en una novela: Tango sin Memoria, para sorpresa de
propios y extraños.
Leía casi todo lo que caía en mis manos, de manera
autodidacta.
Años después escribí mi segunda novela: Demasiado Tarde, que no se publicó hasta
pasados cuatro años.
A través de internet conocí a Mariano Vega, entonces
encerrado en un zulo. Gracias a este encuentro me publicó un relato –Mesalina–
en el libro Blogs de Papel.
Un mes después le envié un manuscrito con la
intención de que lo leyera. Su lectura se transformó en la tercera novela: Tribulaciones de un sicario.
Seguí escribiendo relatos y los fui recopilando. De
esta recopilación nació Discordancias.
Y entró el veneno de los microrrelatos. Y ya se sabe
lo que esto supone. Una vez entra, tampoco tiene remedio.
Y vinieron los concursos, y las semifinales. Y la
satisfacción de poder ampliar conocimientos. Y conocer mucha gente que te
enseña lo que no sabes.
Talentura apostó por reeditar Tango sin memoria, lo que me hizo muy feliz.
He hecho mía la frase de que sólo unos pocos sueños
se cumplen, los demás se roncan.
Cumplí mi sueño más preciado: ser músico.
A los cuarenta y dos años empecé a estudiar solfeo.
Con la ayuda de mis hijas, canté, solfeé y recogí los bemoles que se me caían
al suelo y dos años más tarde empecé el aprendizaje de mi instrumento, uno de
los más hermosos de la orquesta: el oboe.
La fortuna también me hizo tener uno de los mejores
profesores. Actualmente es el solista de la Sinfónica de Londres. Y se llama
Juan.
Si es reconfortante ver una obra tuya publicada, no
lo es menos contemplar sobre tu propio atril una obra de Haendel y poder
tocarla.
Sigo ensimismada, hablo sola e invento historias
para que los demás las lean. Y sé que no tiene remedio.
Después de esto, creo que me van a tener que retirar la condición de micorrelatista.
ResponderEliminarMe encanta, dice mucho de ti... me encanta lo de ser músico pero diría más: ser música... que sueña mucho mejor.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, no me he inventado nada.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Me he apuntado a la III quedada, al final.
Besos
No se qué me gusta más, si compartir libro contigo o que te hayas apuntado a la III quedada, o ambas cosas dos, compañera.
ResponderEliminarUn abrazo,
Me quedo con todo pero especialmente con esto: "He hecho mía la frase de que sólo unos pocos sueños se cumplen, los demás se roncan".
ResponderEliminarSigue, pues, ensimismada.
Abrazos talenturosos.
A mí, como a Lola, se me ha quedado clavada esa frase "Solo unos pocos sueños se cumplen, los demás se roncan" Yo también pienso que "voy a hacer algo imposible, porque lo posible lo puede hacer cualquiera" y así llegó esta oportunidad de verme en un libro con grandes escritores, como tú :)
ResponderEliminar