miércoles, 20 de marzo de 2013

Manuel Rebollar Barro



Los relatos seleccionados de Manuel son: La papelera y La perfección.
 

Nací en Écija (Sevilla), en febrero de 1971 y siempre quise ser un hombre de letras. Y como no me gustan los pagos a plazos, me puse a escribir para ser, como decía mi abuelo, "más que hombre de letras, hombre de palabra". Empecé en la tele como guionista pero nunca llegamos a gustarnos del todo, así que me fui por el ámbito teórico y me licencié como filólogo hispánico. Queriendo conocer mundo, me fui especializando en el español como lengua extranjera y, mientras daba clases de español a extranjeros en la Universidad Complutense de Madrid, en el 2002 me escapé a Bulgaria, donde ejercí de profesor en Silistra, lugar en el que fui periodista con mi columna cirílica "Desde la sonrisa mellada" en el "Uchpej". Más tarde me marché a enseñar a los EE.UU. y en Oberlin (Ohio) descubrí que Norteamérica es un inmenso lugar para perderse y encontrarse. Finalmente, soy profesor de Lengua castellana y literatura en un instituto público con adolescentes madrileños, extranjeros de su propio idioma. En huecos, también he podido escribir las novelas para extranjeros "A los muertos no les gusta la fotografía" y "Los fantasmas del palacio de Linares" (editorial Edinumen), así como coordinar la colección de "Enigma y misterio" para la misma editorial. Los microrrelatos y la caza de Intervalos han sido producto de la necesidad: desde hace cuatro años compagino todo esto con ser papade, es decir, he dejado de ser yo para ser el padre de dos aspirantes a humanos y, dado el tiempo que les dedico, ambos géneros me permiten seguir en contacto con la creatividad. Iniciada la quinta década de mi existencia, de un modo u otro, las letras siguen en mí y puedo afirmar orgulloso que, como quería mi abuelo, sí soy hombre de palabra, aunque sea una: Manuel.

2 comentarios:

  1. Y de buena palabra, sin duda.
    Jo, me has sorprendido un montón... ¡¡qué vida!!
    Un abrazo

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  2. Desde luego, no puedes decir que tu vida haya sido un intervalo...
    Besos desde el aire

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